La microcirugía laríngea es una intervención mínimamente invasiva destinada a tratar lesiones en la laringe y, especialmente, en las cuerdas vocales. Se realiza bajo anestesia general, introduciendo un laringoscopio por la boca, junto con un microscopio para visualizar la zona con gran detalle. Puede emplearse instrumental convencional o láser de CO₂, según el caso.

Se trata de una cirugía breve, con alta hospitalaria el mismo día o al siguiente, y un postoperatorio sin dolor. No obstante, es crucial mantener reposo vocal de 1 a 2 semanas y, en profesionales de la voz, evitar reincorporarse antes de las 3 semanas.

El éxito no depende solo de la cirugía. Un tratamiento completo incluye reeducación vocal con un logopeda especializado, a partir de la tercera o cuarta semana. Esta colaboración entre cirujano y logopeda es clave para evitar recaídas y recuperar una voz funcional, sana y duradera.