Glándulas salivares

Glándulas salivales y sus patologías

Trastornos de las Glándulas Salivales: Todo lo que Debes Saber

Las glándulas salivales son órganos que producen saliva, un líquido esencial para mantener la boca húmeda, facilitar la digestión, proteger los dientes y controlar la cantidad de bacterias en la boca. Cada día, producimos entre 1 y 1,5 litros de saliva. Existen tres pares principales de glándulas salivales mayores:
  • Parótidas: ubicadas delante y debajo de cada oído.
  • Submandibulares: situadas debajo de la mandíbula.
  • Sublinguales: se encuentran debajo de la lengua.

Además, hay numerosas glándulas salivales menores distribuidas en labios, mejillas, paladar y lengua.
Patologías más comunes
Las glándulas salivales pueden verse afectadas por diversas enfermedades. A continuación, se describen las más frecuentes:

  1. Sialolitiasis (piedras salivales)
    Consiste en la formación de cálculos (piedras) que bloquean los conductos por donde fluye la saliva. Esto puede causar inflamación, dolor y dificultad para comer o hablar. Generalmente afecta a la glándula submandibular.
  2. Sialadenitis (infección de la glándula salival)
    Es la inflamación de una glándula, habitualmente causada por una infección bacteriana o viral. Se manifiesta con hinchazón, enrojecimiento, fiebre y dolor. Puede ser aguda o crónica.
  3. Quistes y tumores
    En ocasiones pueden formarse quistes (bolsas llenas de líquido) o tumores en las glándulas salivales. La mayoría son benignos, pero algunos pueden ser malignos. Por eso, cualquier masa o bulto debe ser evaluado por un especialista.
  4. Síndrome de Sjögren
    Es una enfermedad autoinmune que provoca que el cuerpo ataque por error las glándulas que producen saliva y lágrimas. Se caracteriza por sequedad bucal y ocular, y puede ir acompañada de fatiga y dolor articular.
  5.  Traumatismos o lesiones
    Golpes o cirugías pueden dañar las glándulas salivales o sus conductos, lo que puede derivar en obstrucciones o disminución en la producción de saliva.
    Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico suele incluir una evaluación clínica, estudios por imágenes (ecografía, resonancia magnética o sialografía) y, en algunos casos, análisis de laboratorio o biopsias. El tratamiento depende de la causa:
  • Medicamentos (antibióticos, antiinflamatorios, inmunosupresores)
  • Masajes, hidratación y estimulación salival
  • Cirugía (para extraer piedras, tumores o reparar lesiones)
¿Cuándo consultar?

Se recomienda acudir al médico si notas:

  • Hinchazón persistente en la cara o cuello
  • Dolor al masticar o al tocar una zona específica
  •  Sequedad bucal constante
  • Presencia de bultos o masas
  • Fiebre acompañada de inflamación en la mandíbula o cerca del oído

Un diagnóstico temprano permite un tratamiento más eficaz y reduce el riesgo de complicaciones.

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